Represión china de activistas y minorías en el Tíbet
Fecha Fecha de Publicación: Sábado 22 de Marzo de 2008, 09:28 h.
Tema Derecho Humanos


Las autoridades chinas aplican desde hace días una serie de medidas de represión preocupantes contra activistas y grupos minoritarios. Según testigos presenciales, la policía china utilizó gases lacrimógenos y picanas eléctricas para dispersar a 500 manifestantes en la capital tibetana, Lhasa.

Publicado en Amnistía Internacional España

Las autoridades chinas aplican desde hace días una serie de medidas de represión preocupantes contra activistas y grupos minoritarios. Según testigos presenciales, la policía china utilizó gases lacrimógenos y picanas eléctricas para dispersar a 500 manifestantes en la capital tibetana, Lhasa.

Los manifestantes pedían la libertad de otros monjes detenidos en protestas anteriores.

Asimismo, según informes, manifestantes -nueve monjes entre ellos- recibieron una brutal paliza y fueron detenidos frente a Tsuklakhang, el templo principal de Lhasa. Los detenidos habían estado manifestándose para conmemorar el 49º aniversario de la huida del Dalai Lama del Tíbet tras la fallida rebelión contra la autoridad de China. En toda la capital han sido detenidos alrededor de 50 monjes más.

El gobierno puso como plazo la medianoche del lunes 17 de marzo para que las personas que habían participado en las protestas se entregasen, amenazando con “castigar severamente” a los que no lo hiciesen. Algunos testigos han informado de que se está sacando por la fuerza a personas de sus casas y se están llevando a tibetanos que tienen imágenes del Dalai Lama en sus hogares.

Previamente, las autoridades habían dirigido sus ataques contra la población uigur de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang (XUAR). El domingo afirmaron que habían frustrado una conspiración "terrorista" para atacar las Olimpiadas, que vincularon a presuntos separatistas uigures.

Esta afirmación se basaba en un ataque perpetrado contra una supuesta "banda terrorista" en la región XUAR en enero de 2008 durante la cual, según fuentes oficiales, la policía china mató a dos miembros de la banda y detuvo a otros 15.

Las autoridades no aportaron pruebas concretas que respaldaran sus afirmaciones y, no se sabe por qué, no dieron a conocer los presuntos planes de un ataque contra las Olimpiadas hasta tres meses después. Estos cargos también contradicen la afirmación original de las autoridades según la cual la “banda terrorista” en Xinjiang había estado planeando un incidente el 5 de febrero –la matanza de Gulja– cuando las autoridades chinas reprimieron brutalmente a manifestantes pacíficos, de los cuales varios centenares resultaron muertos según estimaciones.

Las autoridades también señalaron el domingo que habían frustrado una conspiración para colisionar un avión chino que volaba de Urumqi, capital de la región XUAR, a Pekín.

Las declaraciones se produjeron a los pocos días de que Amnistía Internacional advirtiera sobre la oleada represiva que sigue teniendo lugar contra abogados y abogadas de derechos humanos y otros activistas en Pekín vinculada al hecho de que China vaya a ser la sede de las Olimpiadas. Las referencias al “terrorismo” y las amenazas para la seguridad del Estado formuladas por las autoridades chinas, especialmente en el contexto de los preparativos para las Olimpiadas, se consideran como justificación de la amplia oleada represiva no sólo contra minorías étnicas críticas con la autoridad de China, sino también contra defensores y defensoras de derechos humanos.

"La intensificación de la censura y los ataques y secuestros de activistas pacíficos a manos de presuntos agentes de seguridad de Pekín ponen en entredicho las promesas oficiales de mejora de los derechos humanos en vísperas de las Olimpiadas", decía el viernes Tim Parritt, subdirector del Programa Regional para Asia y el Pacífico de Amnistía Internacional.

Amnistía Internacional ha revelado que Teng Biao –abogado, intelectual y activista de derechos humanos– desapareció tras ser metido a empujones en un vehículo justo después de llegar a casa, a eso de las 8.30 de la noche del jueves 6 de marzo, según unos testigos. Cuando posteriormente fue puesto en libertad, al parecer le advirtieron de que no hablara de su secuestro con periodistas extranjeros.

Otro caso es el del abogado de derechos humanos Li Heping, cuyo automóvil fue embestido por un vehículo policial el viernes por la mañana. A pesar de la sacudida, ni Li Heping ni su hijo, al que llevaba al colegio en Pekín, parecen haber sufrido heridas graves. El vehículo policial lo había estado siguiendo desde su domicilio y al parecer aceleró antes de embestirlo.

Li Heping reconoció a los tres agentes que iban en el vehículo como agentes de su distrito policial y afirmó que el conductor no le hizo caso cuando lo recriminó por el golpe y que la policía de tráfico se negó a ocuparse del caso cuando denunció el incidente ese mismo día.

En septiembre de 2007, Li Heping fue secuestrado por unos hombres no identificados, golpeado con porras eléctricas y conminado a abandonar Pekín si no quería sufrir más agresiones.

"La agresión acrecentada de dos abogados de derechos humanos indica que la presión sobre los activistas en Pekín está aumentando en vísperas de las Olimpiadas”, dijo Tim Parritt. Las autoridades deben realizar una investigación completa e imparcial del secuestro de Teng Biao y del incidente de Li Heping.

Copyright © Amnistía Internacional España, 2008.

URL Noticia:
http://www.es.amnesty.org/paises/china/pagina/represion-de-activistas-y-minorias/



China asume que disparó a los manifestantes y cierra Tíbet a la prensa

Publicado en El Mundo, Actualizado viernes 21/03/2008 10:59

* Fueron expulsados los últimos periodistas extranjeros que quedaban en Lhasa
* Pekín ha decidido reforzar la presencia militar en la zona
* El Dalai Lama se ha ofrecido a viajar a China para entrevistarse con Hu Jintao
* En la Asamblea de la UE se podría estudiar un boicot a la apertura de los JJOO

ELMUNDO.ES, MADRID.
Siete días después de las violentas revueltas contra la ocupación china en Tíbet, la tensión es palpable en la atmósfera de Lhasa.

Hay calma, no podía ser de otro modo, ya que las calles de la capital están casi tomadas por el Ejército, aún enfrascadas en la búsqueda de más responsables en los tumultos, de más detenciones que sumar a las 24 anunciadas durante este jueves y a las 170 personas que se entregaron de forma voluntaria tras el ultimátum de Pekín para aprovecharse de la tan anunciada clemencia.

Revueltas en Lhasa (Foto: AP)
China busca ofrecer una imagen de orden y control. Tan férreo, que además de reforzar militarmente la zona, los últimos despachos de agencia provenientes del gigante asiático redundan en lo estricto del trato a los periodistas porque "algunas informaciones no tienen nada que ver con los hechos", según el portavoz de Exteriores chino, Qin Gang.

Despliegue policial en el distrito de Zhongdian
Este jueves, de hecho, fueron expulsados de la región y de las provincias limítrofes los últimos que resistían en terreno tibetano, los corresponsales del alemán 'Die Zeit' y la revista austriaca 'Profil'. Sin testigos presenciales y sin más información e imágenes independientes que la de los escasos turistas que aún permanecen allí, la información queda a expensas de lo que comunique el Gobierno chino o de las aportaciones de los dirigentes tibetanos en el exilio. Su mayor discrepancia durante estos siete días reside en las cifras de víctimas. Desde los 13 que reconoce China hasta los más de cien de los que se hablan desde el exterior.

Ambos coinciden ya, no obstante, en que durante las revueltas la policía disparó con fuego real. Este hecho era otra de las batallas entre ambos bandos y que fue finalmente reconocido por los chinos, que argumentan su actuación como actos 'obligados de defensa propia' ante la persistencia de los protestantes. Los manifestantes, según la versión oficial, quemaron una estación policial, atacaron a los agentes armados con cuchillos y lucharon para apoderarse de sus armas.

El papel del Dalai Lama
Desde el resto del mundo, todas las voces llaman al entendimiento y a una solución pacífica al conflicto. China ha personificado en el "Dalai Lama y su camarilla" la responsabilidad de las revueltas, las más violentas en varias décadas, lo que a su vez ha degenerado en un cruce de acusaciones entre el Ejecutivo chino y la mayor autoridad espiritual del pueblo tibetano.

El Dalai Lama ha participado activamente en el debate y ha tratado de ofrecer soluciones y de buscar ayuda internacional. Primero, amenazando con dimitir de su cargo en el caso de no cesar las revueltas y posteriormente con el ofrecimiento de ir a China desde su exilio en la India para dialogar: "Siempre estoy listo para reunirme con nuestros líderes chinos, particularmente Hu Jintao".

Sin embargo, su afán pacificador no es compartido por gran parte de la población tibetana, que se mueve bien entre la sumisión obligada y las manifestaciones similares a las de estos días, protagonizadas especialmente por los más jóvenes.

Los JJOO, freno para la China más férrea
En cuanto a la prensa, la cuestión también apunta a un futuro próximo, el de los Juegos Olímpicos del próximo verano. Pekín había anunciado 'manga ancha' con los medios extranjeros de cara a la cita deportiva, pero la tan cacareada transparencia queda en entredicho cuando además del 'ejemplo' de Tíbet, ya se plantea extender ciertas restricciones a la prensa acreditada.

El acontecimiento puede convertirse, de este modo, no sólo en el escaparate del potencial económico chino, sino en un lienzo en el que, sin posibilidad de evitarlo, se tracen líneas políticas. En el aire flotan desde ya posibles boicots, como el que en 1980 se produjo en los JJOO de Moscú. No a la totalidad del evento, pero sí, al menos, a la ceremonia de apertura.

La posibilidad es real y varios representantes políticos de Alemania o Francia ya la han apuntado como tema a tratar en la Asamblea de la Unión Europea de la próxima semana. "Partiendo de la información que tengo, la cuestión ahora no es ver si habrá o no un boicot, sino qué tipo de boicot debería hacerse", dijo el vicepresidente del Parlamento europeo, Edward McMillan-Scott.

La otra línea de opinión y de presión mundial al Gobierno de Hu Jintao se centra en la necesidad de un diálogo con el Dalai Lama. El primer ministro británico, Gordon Brown, en conversación con su homólogo chino, reconoció que Pekín estaría abierta a las conversaciones.

Actos de protesta en el mundo
Además de las declaraciones al más alto nivel, en varias partes del globo han tenido lugar durante las últimas horas diferentes actos de reivindicación pro Tíbet.

Protestas internacionales.
De las más reseñables, en Berlín, donde unas mil personas guardan una noche de vigilia ante la embajada china, y un hombre resultó herido después de prenderse fuego como señal de protesta. En San Francisco, varios individuos arrojaron esta noche un artefacto incendiario contra el consulado de Pekín en la ciudad.

Copyright © El Mundo, 2008.

URL Noticia:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/03/21/internacional/1206064236.html



Más información sobre la represión china en el Tíbet:

- Human Rights Watch
- Amnistía Internacional España
- Tibetan Centre for Human Rights and Democracy
- Amnistía Internacional
- Freetibet.org
- International Campaign for Tibet
- Tibetan Government in Exile
- Historia del Tíbet en Wikipedia
- Historia Breve del Tíbet, Casa del Tíbet de Barcelona






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